Las herramientas que han cobrado auge en los últimos años como las más adecuadas para tareas de limpieza en el hogar y también en ambientes de trabajo son las hidrolimpiadoras. Estos equipos resultan de enorme utilidad y han llegado a transformar el proceso de limpieza en una actividad rápida y sencilla.
Se trata de una bomba que expulsa un caudal de agua a elevada presión, lo que permite, gracias a la energía cinética, limpiar la suciedad común de los espacios y hasta manchas o viejas acumulaciones de óxidos, sarro, grasas.
Esta herramienta está disponible en el mercado en diversas marcas y con aplicaciones cada vez más novedosas, que hacen la tarea rápida y eficiente. Para una limpieza profunda y efectiva, muchas veces se le añade jabón al agua, con lo que el efecto se potencia.
Muchas de las hidrolimpiadoras disponibles vienen con aberturas o depósitos especiales, donde se introducen sustancias para que la propia máquina se encargue de mezclarla con el agua. Igualmente, como la idea de estos equipos es limpiar más y mejor todo tipo de suciedad, la mayoría tiene la opción de expulsar agua caliente, a fin de que la alta temperatura contribuya a dejar todo limpio y hasta desinfectado.
¿Qué limpiar con una hidrolimpiadora y cómo hacerlo?
Son muchas las cosas que pueden limpiarse con esta máquina, desde coches u otros vehículos, hasta cristales, alfombras, muebles y casi todo tipo de suelos. Para las cerámicas es una herramienta muy potente que quita la suciedad y mantiene limpia la línea de unión entre ellas.
Las limpiadoras que tienen una capacidad de potencia mayor, suelen ser las más eficientes y eliminan las manchas acumuladas, como sarro y hasta marcas de óxido de algunos objetos.
Este equipo funciona tanto con agua fría como caliente, mientras mayor es la temperatura más sencillo será quitar las manchas. Sin embargo, hay que tener cuidado al momento de limpiar con agua caliente para no dañar la superficie o los tejidos, en este caso es recomendable no superar los 40°C para evitar daños.
Presión y caudal: dos factores esenciales
La presión con la que sale el agua es otro elemento a tener en cuenta, para saber qué tan eficiente será una hidrolimpiadora. En este caso, la presión se mide en bares, y un bar es igual a un kilogramo de fuerza por cada centímetro cuadrado. Entonces, una hidrolimpiadora capaz de entregar agua a una presión de 100 bares, significa que el chorro sale con una presión de 100 kg/cm2. La cantidad de agua que sale de la máquina en un tiempo determinado, lo que se denomina caudal, también es una característica importante al evaluar una hidrolimpiadora.
Así pues, combinar la presión del agua con el caudal (cantidad de litros por segundo), incrementa la energía cinética del chorro, que es lo que produce resultados más eficientes. Por ejemplo, para suciedad prominente, pero poco adherida a la superficie, es mejor trabajar con una buena cantidad de agua (alto caudal) y baja presión. Pero cuando se trata de una mancha pequeña, pero fuertemente adherida o incrustada, la fuerte presión y una disminución en la cantidad de agua es la mejor forma de quitarla.
Accesorios para hidrolimpiadoras
Las aplicaciones que pueden instalarse en esta máquina permiten hacer una limpieza profunda y cómoda. La mayoría de las hidrolimpiadoras ya vienen con accesorios como manguera, boquilla para el extremo de la manguera y pistola para controlar el paso de agua, pero algunas otras tienen otros objetos de gran utilidad, en caso de que no estén incluidos es posible conseguirlos por separado.
Los accesorios más comunes son las boquillas de diferentes formas, por ejemplo, las rotatorias con piedra de cerámica, que son ideales para manchas fuertemente incrustadas en superficies sólidas. Igualmente existe una boquilla con chorro de arena que es la más recomendada para las manchas de óxido y de pintura. Para la limpieza de coches se recomienda utilizar boquillas con cepillos.
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